Por LUNES
Hacía bastante tiempo que no me compraba un pantalón, siempre alguna remera, tapado o saco pero pasaron muchos meses de mi última gran compra de jean. Digo gran porque conseguir esta prenda es toooda una odisea para mi. Como había pasado todo este tiempo, yo ya había borrado de mi consciente la gran travesía para conseguirlos, sumado a que esta vez iba con una idea consisa de cómo quería mi jean y no sólo con la usual, y ya bastante complicada, tarea de que me NO ME QUEDEN CORTOS.
Hace un par de años el tema del largo de piernas se sumaba a otro: pesar 13 kilos más de lo que peso ahora. Mis pantalones variaban de un número 46 a un 50, sumado algún que otro talle más para que me vayan bien de largo. Al bajar ese peso logré usar talles más normales (42, 44 y hasta 40 si el talle es correcto - cosa que me pasó UNA SOLA VEZ) pero el problema del largo fue peor. Recorrí casas y casas, de marcas, de no marcas y solo pude encontrar UN lugar que diera con mi largo.
Este sábado, proponiéndome salir para celebrar mi vuelta (un tanto forzada) a la soltería con mi amiga MIERCOLES, me decidí a invertir algo de mi plata en un pantalón de color claro (no blanco). Recorrí todo el centro de la ciudad donde vivo (unas 8 cuadras de negocios, y negocios y más negocios, 60% de ropa) y sólo conseguí los tan buscados pantalones en la última galería del centro, cuando ya estaba por perder las esperanzas.
Tengo algunas amigas que me envidian por la altura, cosa que a veces tiene sus ventajas, cuando se practica algún deporte por ejemplo. Pero tenemos muchas cosas negativas: generalmente los hombres nos tienen miedo (o soy un caso particular, no se), las mujeres se fijan más en la altura que ellos, parece que le representáramos una amenaza; cuesta conseguir ropa, sobre todo a las lungas de miembros largos como yo, todo nos queda corto: las mangas de las remeras o de los sacos, los vestidos - que más que vestido quedan como remeras largas-, los pantalones; generalmente también tenemos pies grandes (otro tema, conseguir zapatos de mis canoas nº 41, 42 - con plantillas - es otra odisea) con todos los problemas que eso acarrea; además de algún que otro problema de salud (rodilla, meñiscos, jorobas, etc).
Igual sé que este no es un problema solo de las altas. Cerca de casa hay un negocio que familiarmente lo conocemos como el "de las gorditas". Cada vez que voy me elogian la altura, hasta que les cuento los problemas que tengo con la ropa. Pero ellas me contaron también de sus travesías en el tema, me hicieron ver que a las petizas les cuesta conseguir ropa, sobre todo si son rellenitas. Para conseguir el talle que les entre tienen que ir arrastrando los pantalones, o comprarse capris. Lo mismo pasa con las chicas que calzan muy poco si se quieren comprar zapatos de tacos altos, no consiguen.
Por desgracia los talles están bastante desfasados, para todas. Creo que a ninguna le es fácil conseguir algo que les quede bien, porque dentro de todo somos bastante normales. No somos modelos de 90-60-90 que pesan 40 kgs. Por otro lado, hay gente que se da cuenta de esto y nos ayuda diseñando botas super modernas en números grandes. Hay otros que pelean para que las leyes de talles se cumplan... Pero hasta que esto no pase yo sigo recorriendo todos los negocios del centro deprimiéndome cada vez que tengo que conseguir un pantalon.
Hola!!
ResponderEliminarNo sabes lo dificil que es conseguir un pantalón con 1.47 de altura!! todos largosssssssss!! y al ser chiquita de espalda ninguna camisa me queda!Con los zapatos es tal cual como vos lo decis, nunca hay talle!! La verdad que también para las petizas es una odisea
visita www.mistalles.com.ar y contame que te parece la idea. besos
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