viernes, 4 de junio de 2010

Jueves: HECHIZO BICENTENARIO

¡Hola!

¿Cómo va?

Disculpas por no postear el jueves, tenía una gran cantidad de borradores, pero cuando releí todo me pareció una porquería y hice otro, otro y otro, y cuando quise entrar la contraseña no pude no se porque.

Capitulo I
Como saben estuve paseando por Buenos Aires, seguro piensan (estoy segura que voy a quedar así) que soy la típica chica del interior que va a la gran ciudad y se queda maravillada con todo lo que esa increíble ciudad puede ofrecer, aparte como saben lo que estudio acá en San Juan no es que no haya trabajo, pero los jóvenes no tenemos mucha salida.

Yo se que sobre sus bares y calles, lugares, hay miles y miles de autores que escriben maravillas y con una narrativa exquisita sobre Bs As, asique como no estoy a la altura solo puedo decir: ¡Me encanto!

Capítulo II
Pero hoy el motivo de esta entrada no es sobre mi viaje o sobre algo que se me ocurrió, es otra cosa: ¡Los festejos del Bicentenario!

Estuve todas las noches en la 9 de Julio y Corrientes… es indescriptible el ánimo que se vivía, la gente estaba contenta, la cuidad parecía tranquila y el caos diarios parecía mantenerse alejado.

Vi a personas emocionadas por ver al país, vi personas emocionadas cuando cantamos el himno una y otra vez, y sobre todo el 24 a la doce.

Si… yo también me emocione, pero cada vez que la gente gritaba como loca: ¡Argentina! ¡Argentina! ¡Argentina! Me ponía a pensar que si por un momento dejábamos la euforia y nos poníamos a debatir que Argentina gritaba cada uno, porque como sabemos, cada uno en la Argentina que quiere, como la quiere y para quien la quiere.

No quiero menospreciar, ni achicar ni negar la alegría que se respiraba, ni lo contenta que estaba la gente porque se les notaba en los ojos que realmente iban porque lo sentían, porque realmente querían honrar a esas mujeres y a esos hombre que quisieron una Patria Grande y como dice la Siempre citada los jueves Mafalda: “parecen que los próceres se dan un siglo si un siglo no”. Pero debo decir que muchos iban por las pantallas y la banderita, que a muchos oí decir que la ciudad estaba plagada de negros, que los villeros y los pobres habían invadido Capital Federal, a muchos decir que bolivianos o peruanos de mierda, cuando fue el desfile de las colectividades.

Esa gente no se bien lo que me genera… porque creo que si los discrimino me convierto en uno de ellos… un desarraigado, alguien que no mira al prójimo, alguien que solo piensa en el mismo, que se avergüenza de sus hermanos, que desprecia a sus pueblos originarios… pronunciar esas palabras es matar de nuevo no solo a San Martín, Belgrano, Juana Azurduy y tantos otros, es no querer al País.

Capitulo III
Pero debo decir que esas palabras no pudieron con la gente (que para la alegría de todos era la inmensa mayoría) que estaba contenta del País en el que vivimos, que le daba gusta entrar a todos los stands a ver a las Provincias y se dejaban enamorar por sus paisajes, que aplaudía con alegría y ganas de unión a todos y a cada uno de los que desfiló.

Que soltó con frescura y sin vergüenza su: ¡¡ Ohhh juremos con gloria morir!!… su voz llena de emoción y algo desafinado, que vivió con alegría cada uno de los festejos, que mostro una sonrisa cuando alguien pedía permiso para pasar o decía gracias.

Esos ejemplos son los que debemos seguir, esos gestos y ese buen modo debemos ejercer todos los días, porque solo asó (es mi humilde opinión) llegaremos hacer una País como soñaron nuestros Héroes Anónimos y no tan anónimos, porque así honramos la memoria de los que no están y también tenían esperanzas en esta gente, porque así, unidos, tirando todos para el mismo lado y puliendo nuestras diferencias, preocupándonos por los demás, conociendo el País y sus gente, siendo más federales podemos afirmar con gloria morir!!

¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!

¡¡¡AGUANTE ARGENTINA!!!

¡¡¡QUE TENGAN UN LINDO FIN DE SEMANA!!!

SALUDOS!!!

JUEVES!

No hay comentarios:

Publicar un comentario