Viernes: Dulce Condena

¿Por qué las mujeres tenemos esa maldita tendencia a que nos guste lo incorrecto?. Nos pasa en todo.
Uno de mis personajes favoritos es Scarlett O´Hara, de “Lo que el viento se llevó”, una caprichosa, presumida y trepadora, con un carácter pésimo.
Somos varios los que esperamos que algún día Silvestre se coma al insoportable de Tweety.
No es que seamos mala gente, no es que estamos deseosas por que el lado oscuro triunfe, sino que a veces hay algo atractivo en lo que no debería ser.
¿por qué preferimos a Scarlett y no a la buenaza de Olivia de Havilland? A Olivia la respetábamos por su nobleza, queríamos ser tan nobles como ella…pero en el fondo nos encantaba ver cómo Scarlett se salía con la suya o se daba la cabeza contra la pared.
Lo mismo pasa con los hombres: de un grupo de 20 hombres, seguro que me va a gustar el único rubio con cara de malo.
No siempre apreciamos aun buen chico. Pero a ése que no parece tan bueno le encontramos “un no sé qué”. James Dean en Rebelde sin causa enloqueció a más de una, Johnny Deep o Robert Downie Jr. son chicos problemáticos (que parecen haber sentado cabeza). Nos encanta Nicolás Cabré con su mala onda, y muero por Cristian Bale y su cara de mal hombre. Por algo los vampiros están de moda de nuevo.
¿Nos gustan los problemas, no existe otra explicación?
¿Tenemos alma de sufridas? ¿Queremos arreglar algo?
No lo digo yo. Lo dice la Biblia de las Comedias Románticas: no hay comedia romántica que se digne de ser tal si no hay un El que sea un chico problema, irresponsable, machista, frío, calculador o un hombre que no se puede comprometer con nada. Claro, hasta que llega Ella, y, por fuerza del amor (porque el recio también ama supuestamente), El cambiará por Ella. Por Ella vale la pena. Ahora si está listo para ser una Buen Chico.


The End

Pero la realidad, mujeres, no es comedia, ni romántica.