And the Oscar goes to...

Por LUNES

Ayer se llevó a cabo la 82º entrega de los Premios de la Academia, mejor conocidos como los Premios Oscar. A las 23 hs, hora argentina, comenzó la entrega con un musical a cargo del actor de la serie How I Met Your Mother, Neil Patrick Harris, y su maravillosa voz. La conducción estuvo a cargo de Steve Martin y Alec Baldwin que tuvieron menos intervensión que Hugh Jackman en los premios del año pasado, aunque sus apariciones fueron hilarantes, ni imaginar qué hubiese sido de las risas si hubiesen intervenido tanto como Wolverine. Al que no pareció gustarle demasiado estas intervenciones al comienzo de la premiación fue a George Clooney, cuya cara mostraba una visible incomodidad aunque no fue el más golpeado por los cómicos.

La premiación tuvo algunas sorpresas y otras no tanto. La actriz Mo'nique ya había ganado el Golden Globe como mejor actriz de reparto en Precious y volvió a llevarse el galardón en la noche de ayer. En cuanto al actor de reparto el Oscar fue para un excelente Christoph Waltz, el cruel nazi de Iglorius Basterds, un premio más que merecido al actor que habla tres idiomas en la película y es capaz de ganarse el aborrecimiento de los espectadores. Precious también se hizo del premio al Mejor Guión Adaptado de la novela de Saphire, Push mientras que el Mejor Guión Original fue para The Hurt Locker.

Tampoco sorprendieron los ganadores galardonados por su rol principal: una emocionada Sandra Bullock por The Blind Side (acá Un sueño posible) y un exaltado Jeff Bridges por Crazy Heart (Loco corazón, aún sin estrenarse) que también fueron premiados por la crítica extranjera.

Casi al final de la noche se entregó el premio más esperado por nuestro país, entregado por Pedro Almodóvar y Quentin Tarantino: Mejor Película en Idioma Extranjero. La espera mientras pasaban los films nominados pareció más larga que para los demás ganadores, quizá por la ansiedad que sufríamos todos. Pero finalmente Almodóvar leyó que el Oscar era para... El secreto de sus ojos. Campanella dió un breve discurso pero Francella no pudo realizar el pedido multitudinario de decir su frase más famosa. Igualmente esta premiación marcó un hito en la historia del cine nacional y algo de lo que se hablará en los medios por las próximas semanas.

La noche transcurrió con la película de Bigelow llevándose varios premios seguidos, a los que Avatar igualó en cierto momento. Pero la noche se llenó de sorpresas que fueron aquello de lo que más se está hablando en estos momentos. Una gran perdedora de la noche fue Up In The Air, cuyas críticas fueron muy positivas pero no alcanzaron para la Academia. Pero los monumentales perdedores fueron James Cameron y su Avatar. La película se alzó con algunos rubros técnicos, justamente merecidos, pero Cameron se quedó sin su trofeo de Mejor Director y, peor aún, sin el de Mejor Película del 2009 en contra de las expectativas de la mayoría. A pesar de los millones de espectadores y de los dólares recaudados su film no pudo contra el de su ex mujer, The Hurt Locker.

Esta película, que aquí se conoce como Vivir al límite, se alzó con 6 premios, incluidos el de Mejor Dirección y Mejor Película. Y así Kathryn Bigelow se convirtió en la primer directora en alzarse con la estatuilla y volvió a ser la pesadilla de su ex marido, James Cameron, al arrebatarle el más preciado premio: Mejor Película. Sin duda estas dos han sido las mayores sorpresas de la noche, que quedarán en la historia como el año que Avatar arrasó con todo menos con los Premios de la Academia. Parece que los críticos estadounidenses, a diferencia de los extranjeros de los Golden Globes, prefirieron un film con una historia fuerte como el del escuadrón anti-bombas en Irak de la película de Bigelow y no un mundo inventado con una historia con un argumento previsible como la de Cameron (VER: Solo un deleite visual pero... nominada al Oscar).

La gala contó con emotivos momentos, como los diferentes homenajes (aunque se produjo una falencia garrafal: la Academia se olvidó de la fallecida en 2009 Farrah Fawcett) o los mini-discursos dedicados por amigos y/o compañeros de los nominados a Mejor Actor/Actriz. Además contó con momentos sumamente graciosos llevados a cabo por Martin y Baldwin (sobre todo la hilarante parodia de Paranormal Activity), y por el presentador de Mejor Maquillaje, Ben Stiller caracterizado como un Na'vi de Avatar. A pesar de la pobre dirección de cámara del principio de la gala el show se fue poniendo más a tono. A pesar de lo bueno y lo malo fue una noche excelente para Argentina, la cual será difícil de olvidar.

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