jueves, 30 de junio de 2011

¿Lo tendré merecido?

¡Hola!

Lo he dicho otras veces, lo pienso ahora que lo escribo y cuando lo termine y lo relea voy a seguir pensando que ya estoy cansada de que esta sequia amorosa y el porque de la misma siga dando vueltas a mi cabeza, estoy harta del tema, de que me ocupe y a veces preocupe, porque no me considero una mina enamoradiza, ni que esta pensando en la cursilería todo el tiempo.

Esto lo tengo escrito hace mucho cuando la etapa de querer algo me volvió a encontrar, hoy no esta presente, pero después que se fueron mis amigas de casa, ellas hablaron de sus novios y de sentimientos, cosa que yo no he sentido y creo, estoy lejos de sentir.

Creo que esto no lo publique antes para no sentirme vulnerable conmigo, pero bueno, ayer surgió y acá esta.

Si tengo que decir la verdad… yo también quiero algo, como dije arriba me casa el tema, pero más que nada veo que le tengo miedo a la palabra que engloba ese estado, esa compartir asi con alguien, tengo miedo de tener miedo, porque me paraliza.

Es como si mi gran aliada fuera la soledad, la que me guía a no sentir eso, la que hace que crea que eso no es para mi y que si lo encuentro no sería verdadero, es difícil de explicar y me cuesta reconocer que si tengo ganas, que si quiero, quizás este tiempo largo sola he hecho un escudo que me protege contra cualquier pensamiento amoroso.

No se que decirme, hace tanto que soy sola, no se si realmente me gusta o no y tampoco puedo decir que me llevo mal conmigo y mi soledad, como toda relación hay cruces pero nos llevamos bastante bien.

Ya sea por costumbre, por gusto o no se que, me gusta estar sola, se que si estuviera con alguien no daría explicaciones tampoco, pero esto de salir con mis amigas, hacer lo que quiero me deduce.

Tiendo a creer que conmigo me basta, y si de miedo otra vez hablo es a eso, a convertirme en un cubo de hielo, muy fría, en la vieja loca de los perros, que vive sola en su casa todos colores sepia, en camisón o con batones largos y unas pantuflas que son mis nuevos pies, con hábitos cascarrabias y toda despeinada, bueno ahora también estoy despeinada.

El hecho de no sentir eso hace tanto (soy tan cobarde que ni siquiera lo digo, ni siquiera lo escribo), me hace dudar si tengo o no la capacidad de vivirlo alguna vez, porque si bien soy joven y tango tiempo las cosas se sienten diferentes a medida de que me pasan los años, y hago otra declaración que me molesta mucho hacerla, porque me voy a sentir desnuda y poco origina y lo que más me molesta cursi, no quiero morirme sin haber pasado por eso, con o sin un final feliz.

Soy optimista por demás y no siempre hablo en serio, me gusta estar contenta y agradecida por todo lo que la vida me da. Pero no quiero que eso se transforme en mi consuelo, en parte de ese escudo que forje hace tiempo.

Leyendo y repasando en mi mente lo escrito, me doy cuenta que no se que quiero, pero tampoco se si lo quiero arreglar o no o sigue el miedo presente.

Es un poco frustrante y me desespero, pero la verdad parece desale
ntadora, si quizás me contradigo, es lo que me dicta este momento mi cabeza para escribir.

No se si tiene sentido pensar el porque de la situación, porque es claro que no tengo la respuesta, se que bueno que si tiene que llega llegará, espero que si, espero no vivir por siempre en la tiniebla, no se, disculpen la cursilería, lo leo y no lo creo que esta plagado de eso esta publicación.

Mañana será un gran día, saldrá mi sol, esto es solo una crisis nocturna, en una noche fría, típico.

¡Que tengan un lindo fin de semana!

¡Saludos!

Jueves.

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