sábado, 18 de junio de 2011

Grande Pá!

Lo primero que quiero decir en mi entrada de este Viernes es PERDÓN. Estas disculpas van dirigidas a todos los que comentan en el blog, y especialmente a aquellos que ocupan un minuto de sus vidas en leer y comentar los viernes. Pido perdón por no contestar o devolver el comentario, pero últimamente Blogspot está caprichoso con esta servidora, y sencillamente, no me deja (tampoco puedo comentar en sus Blogs, pero los leo)

Dicha esta aclaración, paso a mi tema. Como seguramente saben, este domingo es el Dia del Padre, otra fecha marketinera, de la cual nadie sabe el origen, pero que resulta una buena excusa para agasajar a aquellos que forman parte de nuestra vida. (Ya que hablamos de marketing, a ver si se ponen las pilas con el Día del Hijo o del Hermano Mayor, porque me vendrían genial)
Y pensando en esto, me di cuenta de que no les he hablado mucho de mi papá.

Como a Mafalda, siempre me pareció estúpido que pregunten a quién querés más, si a papá o a mamá. Es diferente, y el amor es el mismo. Al menos en mi caso. Con ambos tengo una muy buena relación, pero es diferente con cada uno.

Quizás porque mi hermana siempre fue más rebelde, mi papá siempre me tuvo como su “nena”, a pesar de que soy la mayor. También puede ser que siempre fui más cariñosa, pegota y mañosa que mi hermana. Cuando tengamos 50 años mi papá va a seguir diciéndonos “Bebé”, lo ha hecho dejándome en la puerta del boliche, llamándome por teléfono, frente a mis amigas, frente a sus amigos, y no creo que lo deje de hacer. Tampoco quiero que lo deje de hacer, porque nunca me molestó. Es así.

Mi papá siempre pareció el duro de casa, porque es enorme y tiene una voz muy gruesa. Pero la verdad es que, después de la cara desafiante y un par de días siendo cortante, siempre desistía (aunque después nos rete y siga enojado). Cuando lo ves reírse, podés imaginarte con mucha caridad cómo era de chico, porque esos ojos verdes brillan como si tuviera diez años. La gente lo quiere, en mi ciudad todo el mundo lo conoce, siempre soy “la hija de”. Sé que siempre quiso un hijo varón, pero le salimos dos chancletas. Seguramente por eso me gusta ver deportes y de chica me llevó a practicar casi todo. Es súper celoso, pero en el fondo espera tener un suegro con el que hablar de deportes, autos y esas cosas. Hablando de autos, nunca me va a prestar el auto, eso lo tengo asumido.

Pero no todo es color de rosas con Papá Viernes. Porque somos reales, y la vida no es rosa (menos mal, porque es un color horrible). Hemos tenido muchos choques, cruces, llantos y gritos. Pero es mi papá, sea como sea.

Cuando mis padres se divorciaron, y él se fue de casa, y a los pocos meses formó pareja con otra mujer, pensé que me iba a enojar mucho. Se me pasó rápido, porque es mi papá, y porque ya estaba acostumbrada a estar lejos de él y a que tuviera muchos amigos y actividades lejos de casa.

Hace varios años que no le digo Felíz Dia del Padre personalmente…pero el sentimiento es el mismo que cuando tenía ocho años y éramos una familia “tipo”…ya no le hago tarjetas, collages y regalos artesanales (y muy truchos), pero espero que él sepa que acá lejos, su hija piensa en el todos los días. Feliz día viejito, te quiero.

4 comentarios:

  1. Aaayyyy me emocioné con tu nota!!Es un grande tu papii...me acuerdo que nos debe un helado jejeje!!!
    TE QUIERO AMIGA !!!
    Martes♥

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  3. Hola!

    Muy linda nota, no conozco mucho a tu papá, pero el ratito que estuve con el realemnte se le nota en los ojos lo buena gente.

    Besotes!!!

    Saludos a los papas de las materas y de todos lo que leen el blog.

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  4. Se me llenaron los ojos de lágrimas, claramente es el momento...

    ES MI PAPA! Si algo nos faltaba era que nuestras papás se parecieran, DIOOSSSSSS

    te quiero amiga!

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