Dicen que con los amigos no se habla de religión ni de política, pero no me importa. No es mi idea dar un resumen catequístico, ni evangelizar a nadie; sino que podamos sentirnos del mismo lado aunque seamos diferentes. No pertenezco a una familia ultra católica, pero sí a una muy creyente. Hemos ido creciendo y hemos cumplido con todos los sacramentos porque hemos creído en ellos.
Las Pascuas son, para todo católico, una época de conversión, en la que recordamos la pasión, crucifixión y posterior resurrección de Jesús. Para muchos sólo significa no comer carne los viernes de cuaresma, para otros sólo son un jueves y un viernes en los que se come pescado, y hay quienes saben que es pascuas porque no se trabaja y se comen huevitos de chocolate. Para los que creemos es una época de perdón, de transformaciones, de esperanzas. No es necesario que compartan lo que creo, porque después de todo lo que las Pascuas significan es un mensaje universal: tratémonos con amor, dejemos egoísmos y maldades de lado… ¿no es esa la base de todas las religiones y modos de vida? No importa lo que creas, lo que importa es creer, en Dios, Alá, Buda, Jehová, Universo …lo trascendental es que lo único que nos puede salvar es la paz y el amor.
Esperando no ofender a nadie, les dejo unas líneas; que cada uno la adapte a lo que cree:
“Alégrate y Gózate, porque el Señor hará grandes cosas” (Joel 2:23)
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