por LUNES
Desde antes de las 9 de la mañana del viernes empezaron a llegar los soldados de Marte. No es que cayeran del cielo, ni de los 100 Soles, ni que vinieran de 93 Millones de Millas de distancia –aunque algunos parecieran. El ejército empezó a formarse en la Puerta 5 del Estadio Luna Park de Buenos Aires, testigo histórico de filas y filas de fanáticos de la música, el deporte y el arte que han pasado por la manzana que ocupa.
Desde antes de las 9 de la mañana del viernes los seguidores de la banda norteamericana 30 Seconds To Mars empezaron a copar el capitalino estadio para lograr un lugar preferencial cerca de sus ídolos. El Llamado a las Armas estaba pactado para las 21:30 y sólo se retrasó 10 minutos. El tremendo despliegue de luces anunció que un Mito Moderno iba a tener lugar en ese momento. Con “Escape” el trío formado en Los Ángeles comenzó a hacer delirar al público argentino.
A pesar de que duró poco menos de una hora y media –aunque no es raro que siendo banda internacional ésta sea la duración- la banda provocó gritos constantes y que los presentes corearan todas las canciones a viva voz, arengados por el frontman Jared Leto, quien dijo que estaba enfermo y que había dudado en hacer el show. Esto se notó un poco en la voz del cantante y en sus reiterados pedidos al público para que lo acompañara en los temas.
En la Noche del cazador, a pesar de esto, el show fue suyo. Aunque sin ponerse la banda al hombro –suficiente enérgica ya es de por sí- Leto supo subir la temperatura y provocar alaridos en las tribunas y en el campo. Por momentos fue una Batalla de Uno, no paró de moverse en ningún momento, salvo en las versiones acústicas que hizo de “100 Suns”, “Vox Populi”, “L490”, “From Yesterday” y “The Kill” casi en el final del show.
Pero la tranquilidad duró poco porque, en palabras del cantante, no podía tocar “The Kill” sin Shannon (Leto, baterías) y Tomo (Milicevic, guitarra, teclados) por lo que los músicos, incluido Tim Kelleher –quien remplazó a Matt Watcher luego de su partida- se sumaron para hacer delirar a los presentes con esa canción más que conocida, uno de los éxitos de la banda.
El final fue a puro trapo con “Kings and Queens” cuando, envidia de muchos mediante (me incluyo), los fanáticos subieron al escenario para acompañar en el coro con un final más que potente, el momento más “power” de la noche. Al fin y al cabo Esto es Guerra
Dejando las descripciones de lado… a mi la banda me enloquece, esperaba más, quizá por las altas expectativas que tenía que no lograron a llenar, lo que no quiere decir que no haya disfrutado.
Lo bueno: 1) Jared Leto, TODO EL. Un bombonazo y una energía tremenda a pesar de estar enfermo. 2) Los brazos de Shannon son los mejores del rock internacional, además que tengo debilidad por los bateristas. 3) El buen sonido que caracteriza el Luna Park. 4) La energía terrible que tienen estos muchachos, ponen todo arriba del escenario y las luces acompañan muy bien, debo decir.
Lo malo: 1) Las emo histéricas, gritonas, que pegaban “gritos a lo Backstreeboys en su mejor época” y me taladraron los oídos. 2) Jared Leto enfermo se notó, le faltó voz, le faltó Atacar pero lo peor fue 3) No se sacó la remera, a pesar de haber amagado varias veces en la noche. Tenía una buena Coartada aunque nos pese. 4) Los recitales internacionales rara vez duran más (crítica generalizada).
En fin… La Misión se cumplió y La Fantasía dejó a todos pensando ¿Esto fue un sueño?
PD1: Perdon por el faltazo de la semana pasada. Estaba un enferma y no tenía la cabeza para escribir porque toda ella era ocupada por dolorrrr.
PD2: Las palabras en cursivas son traducciones de los títulos de algunas canciones, para que esta entrada no sea tan trucha
me gusta mucho como escribís :)
ResponderEliminarMirá que no me guista mucha la banda pero con tu relato me dieron ganas de estar ahi!!
ResponderEliminarbesotes!!