Cha cha changes

por LUNES

Cuando cumplí los 18 me preguntaban ¿qué se siente tener 18?. Y yo respondía: "igual que ayer, cuando tenía 17, sólo que ahora puedo ir presa". Y cuando cumplí los 21: "¿Qué se siente tener 21?" yo respondía "como ayer, que tenía 20. Igual yo ya estaba emancipada".

Desde el jueves 16 que la pregunta viene siendo "¿qué se siente ser licenciada?". Y... la verdad es que no puedo decir que igual que el día anterior pero, sin embargo, no me termina de caer la ficha del gran cambio que significa. En realidad en mi cotedeaneidad son pocos los momentos en que lo recuerdo: sigo teniendo el mismo trabajo, ceno con la misma familia, vivo en la misma casa, viajo en el mismo colectivo con el mismo chico lindo. Pero cuando lo pienso un poco mejor veo ese cambio groso, o cuando me saludan con un "buen día licenciada LUNES (mi apellido en realidad)" aunque sea sólo un chascarrillo; o ayer cuando varios amigos vinieron a casa y no se fueron hasta que me llenaron de huevazos, harina y agua.

La verdad es que en la misma semana se dieron dos cambios grosos en mi vida. El jueves 16 me recibí con un 10 y con palabras gratificantes hacia todos de parte de los profesores. Al día siguiente a mi hermana le entregaron los diplomas por terminar el colegio y al día siguiente fue su entrega de medallas y la fiesta.

Otro cambio que me conmovió mucho: ver a esas chicas y chicos que conozco desde los tres aós, cuando la ropa de jardín les quedaba enorme o usaban dos colitas y que ahora alguno está más alto que yo (cosa que no es fácil), alguna/s de novia, todos por ser universitarios. Fue el golpe de volver a entrar al colegio (aunque ya había ido otras -pocas- veces) después de cinco años de mi graduación.

Pero lo más groso es que mi hermana, la persona más importante de mi vida, está terminando una etapa importante también. Uno puede arrancar, abandonar, retomar la universidad pero el c olegio es una vez y basta. Es algo importante

Así estamos en nuestras visdas, una semana somos una persona, la siguiente no. Quizá sea sólo un nombre: licenciada o bachiller. Porque lo que aprendí lo hice durante cinco aós (sobre todo en este 2010 que se nos va) uy no sólo en un ratito que duró la defensa de mi Trabajo Final. Pero el cambio está: mi hermana no tiene necesidad de pisar el colegio nunca más y yo ya tengo un título universitario de grado por lo que, si no quiero, no hace falta que estudie nada más en mi vida.

La intensión de esta nota no es hacer un balanca de mi año, el que quizás haga la entrada que viene, sino compartir con ustedes este momento de metamorfosis.

Felices fiestas!