Viernes: FACU

El primer chico que me gustó de verdad se llamaba (llama, supongo) Facundo. Yo tenía 14 la primera vez que lo ví, y como les digo, fue el primer chico que me gusto "enserio".
Fui con mis padres a ver una banda de blues y se sentaron con unos amigos. En eso veo un chico por la ventana, con un buzo negro. Pensé que era lindo. El chico entró al bar dónde estábamos. El chico está por sentarse cerca de nosotros. El chico viene a esta mesa. El chico saluda a la mujer de al lado. Me están presentando al chico.

El chico en cuestión, Facundo, era hermano de una chica que estaba en la mesa, más grande que yo y que habían llegado desde Buenos Aires hacía poco tiempo. Lo que más recuerdo de ese saludo es su linda sonrisa y lo suave de sus mejillas (en esa época, me fijaba en detalles así de tontos, igual que ahora...)
Facu (porque de ahí en más fue "Facu", a pesar de que no lo conocí) me saludó unas cuatro veces más después de ese día, cuando me lo cruzaba en la calle, pero me empecé a tildar y ya no nos saludamos más. En esa época, cada una de mis amigas tenía su "ÉL", Facu era mi él.

Todavía no sé cómo fue que logré averiguar detalles como su documento, fecha de nacimiento, segundo nombre, deporte favorito, banda favorita, colegio al que iba en Bs. As., hobbies, y muchas cosas estúpidas que yo atesoraba como datos importantes. La mesa de mi banco estaba llena de números 14 encerrados en corazoncitos, porque era el número de camiseta que usaba cuando jugaba (gran alegría gran cuando lo vi jugar en el equipo que seguíamos).

En fin, Facu fue mi amor más puro, por decirlo de alguna forma. A mí me encantaba aunque él no tenía idea de mi existencia. Una vez lo seguimos con mi mejor amiga cuando iba por la calle con la guitarra colgada de su espalda. Ahora que lo pienso, seguro se dio cuenta.
El amor me duró hasta después de cumplir los quince. Un día una amiga llegó con la noticia: Facu tiene novia.

Hasta ahí llegó mi amor por Facu, me lo crucé un par de veces más (una de ellas con la novia) y de a poco me dejó de gustar.

Lo volví a ver cuando él egresaba, dos años después. Lo raro es que en una ciudad tan chiquita como la mía uno ve a la gente mucho más seguido. Era un Facundo completamente diferente a Mi Facu. Mi Facu tenía el pelo cortito, pinta de buen pibe, parecía dulce, y cuando saludaba tenía la mejilla suave (nadie en el mundo tiene las mejillas así de suaves, "no raspa"). Ahora tenía una porra de rulos en la cabeza, pinta de hippie y un traje que bien podría haber pertenecido a un payaso.
Esa fue la última vez que lo vi, hace cinco años.

Mis amigas suelen contarme cuando se lo cruzan. Y se me dibuja una sonrisa en la cara. Él fue mi parámetro personal.

"Me gusta cómo me gustaba Facu" es decir mucho. Esa es la señal para que mis amigas puedan entender cuánto me gusta alguien...