Viernes: Las Vueltas Raras Que Tiene La Vida

Me encanta escribir, antes de Estudiar Lo Que Estoy Estudiando, escribía todo el tiempo. Después lo dejé para momentos de inspiración, y ahora si saco la cuenta, no escribo nunca. Solamente los viernes. Falta de tiempo, de ganas, de papel a mano, de fiaca de pararme hasta la computadora. Ya no tengo escusas, mi mamá cobró el seguro de mi abuela y me regaló esta netbook desde la que les escribo. LAS VUELTAS QUE TIENE LA VIDA ¿ qué puedo escribir primero? Algo para este queridísimo blog.
Una semana antes de ir a comprarla, me cruce muchas veces a una mujer rubia. Me acuerdo de ella porque cada vez que la veía pensaba en cómo podía vivir con esos espantosos rulos. Me llamó la atención, no me parecía casualidad. Incluso nos reímos con jueves diciendo que tal vez fuera mi futura suegra. Cuando fui a comprar la maquinita, otra VUELTITA RARA, fue la cajera que me atendió. Podrìa decirse que hay cosas que percibo como raras, en cas dicen que soy medio bruja. Pero basta de hablar de mi querido aparatito nuevo. Lo que quiero escribir eso sobre eso, sobre LAS VUELTAS DE LA VIDA.
En el 2006, no me puedo acodar cómo, conocí a lunes por Internet. Me hice amiga de una chica a la que nunca he visto ni odio, pero que he leído muchas veces. ¿Que nos unió? Nos unió la baba, el arte, la taradez, las cosas mínimas que hacen que consideres a alguien Amigo. Con ella nunca nos hemos dado un abrazo, ni nos hemos visto las ojeras después de una resaca. Tampoco conocemos muy bien ni lo malo de la otra. Pero hay ese algo que hace que me acuerde de ella en todos los días del amigo, o que diga “mi amiga, la de internet” (o es lunes o es Cin). Las vueltas de la vida hicieron que me atrase en una materia y que esa materia me trabe otras materias, por lo que no puedo cursar otras si antes no la rindo, por lo tanto, este añono me voy mi casa. Extraño mi casa todos y cada uno de los días que me levanto, pero yo ya no soy la que era, así que me las aguanto. De la nada surgió ir un par de días a Córdoba con Jueves. Y ahí, con las vueltas que tiene la vida, caí en la cuenta de que Lunes y Miércoles (matera con la que espero tener la misma relación) también iban a estar ahí. Les juro que cuento los días para conocerlas y que nos miremos las caras de verdad…
Y SI NO LES CAIGO BIEN? Y si se dan cuenta de que hablo boludeces todo el tiempo? Y si es incómodo? Y si no hay onda?... pensarán que es una taradez, pero todo puede ser, ya saben cómo son las vueltas de la vida…
En fin, ante este miedo, supuse que lo mejor era contarles mi lado feo, todo lo tenemos, es cuestión de aceptarlo, nomás.
A ver, veamos…
Me gusta cantar, pero lo hago pésimo. Tengo una voz de mierda, para ser sinceros. Como una vuvusela pinchada. Soy una chica inutilísima, no sé hacer nada, así que no exijan de mi mucho. Soy medio torpe, era la nena que siempre tiraba la gaseosa en el mantel…hay cosas que nunca cambian. Prejuzgo mucho, si me caes mal de entrada, vas a tener que remarla... soy muy tímida. Los primeros 5 minutos bailando en un boliche soy más dura que el hombre de hojalata de El Mago de Oz. Soy un poco pendenciera, pero sí hay alguien que lo merezca. De nena era un asco de caprichosa, ahora también. Soy una farsante: no sé hacer mate. A los trece medía lo que mido ahora, 1.69 y la verdad estaba bastante traumada y con miedo de ser demasiado alta, por suerte me quedé acá. Cuando tomo mates me suena el esófago de una forma muy graciosa. Tampoco se cocinar: pero hago unas tartas dulces riquísimas. Soy desordenada. Me salen moretones sin ningún motivo. No tengo un talento, es mentira eso de que todos servimos para algo. Detesto mis dientes, mis piernas y cómo camino. A veces, me encanta hablar mal de determinadas personas, porque es muy fácil que alguien me caiga mal. Me fanatizo y des fanatizo con una rapidez incomprensible. Soy cabeza dura e impulsiva. Odio reconocer que me equivoqué...no soy muy tolerante con lo que a mí no me gusta. A veces digo las cosas menos indicadas en el momento menos oportuno, pero juro que lo hago sin darme cuenta, puedo meter la pata como pocos. Soy una carga de nervios ambulante. Me pone nerviosa cualquier situación.soy insegura hasta la médula.
Obviamente faltan muchos más defectos, pero no es cuestión de asustar a las chicas…Así que ya saben, si las vueltas de la vida siguen girando, chicas, no se quejen, porque yo les avise que esperar (negativamente) de mi. Si hay cosas positivas, ustedes sacarán sus propias conclusiones...