Malas palabras

Hola.

Yo creo en el poder de las palabras, pienso que si bien hay cosas que las podemos demostrar con acciones, gestos y demás y solo con eso queda claro, nunca vienen mal unas palabras para reafirmar el compromiso.

Es cierto que como dicen a las palabras se las lleva el viento, no sabemos donde, quizás solo queden ahí en ese momento, quizás crucen continentes.

La palabra nos impone pensar (no todos piensan antes de hablar) nos reclama compromiso, nos lleva a veces si hablamos con sinceridad a pronunciar aquellas que no teníamos pensado decir, una palabra tiene el poder de mejorar o empeorar nuestro día, nuestro mes o nuestro año siendo muy exagerada.

Muchas veces esas palabras que decimos o escuchamos no nos sirven para mucho, muchas veces las decimos y nos dicen por decir.

Es irrevocable e irreemplazable que todo se tiene que decir, nos guste o no, sea lindo o sea feo, lo tenemos que decir.

Me he dado cuenta que pese a la facilidad de palabra que tengo solo me digo palabras de ocasión (las odio, odio que me las digan, pero comprendo que para determinadas situaciones son las únicas disponibles y aceptadas), solo me digo a mí misma que mañana puede ser un gran día (que nunca lo dudo) pero se que si yo no lo hago un gran día no lo será, me miento y me decepciono.

Soy optimista, no me dejo caer fácil, pero también me dejo influenciar por el discurso que yo misma prepare para situaciones en donde la culpa es toda mía, donde la que se gobierna mal soy yo, donde la que no hace nada por cambiar y cumplir soy yo.

Yo como dije antes, creo en la palabra, pero mis palabras ya no creen en mi y para ser honesta yo cada día menos.

Me doy el lujo de llorar, por mentirme, por creer que mañana voy hacer las cosas bien, después de eso sigo como si nada y en alguna parte odiándome por eso, por no tener lo que hace falta para hacer lo que tengo que hacer: ser buena estudiante.

Yo se que el mundo no esta mal por problemas como este, pero es una presión que llevo todos los días.

No se como hacer, no se como salir del séptimo círculo del infierno en donde la conciencia y yo la patética Jueves disputan la voluntad.

Como no hago lo que me toca me meto en tareas que solo cubren una parte de la falta y que luego tampoco me sirven a mí para avanzar.

Hoy podría estar mejor, pero me lo merezco, merezco tener ese nudo en la garganta, esa puntada en el pecho, ese ardor en el estómago, merezco que mi corazón explote y mis lágrimas se agoten, siempre y cuando de ello salga una nueva Jueves.

No quiero palabras de ocasión, ni mías ni de nadie, solo quiero poder creer en mí...

PD: Disculpen lo bajón de la nota.

¡Buen fin de semana!

¡Saludos!

Jueves.