Este viernes me desperté con unas ganas inaguantables de ser Poulette Puolain.
Con musica francesa de fondo, colores estridentes, con cámaras lentas, con todos los finales felices.
Llevaría a esos duendes a sacarse postales por el mundo. Haría el bien sin mirar a quién. Sonreiría a la gente entre sospechosa, intrigante y cómplice. Llena de situaciones raras, sin tedio, algo un poco sepia. Me quedaría genial ese corte de pelo. No sería real, por supuesto. Pero sería fácil que alguien se enamore de mi. Obvio, sería Amelié, cómo no enamorarse de ella o cómo no querer ser ella.
Este verano junté frambuesas y me las puse en los dedos así, como ella al principio.
No es real, ya lo sé. No existe y dudo que vaya a existir. Pero creo, algo ilusamente, que todos tenemos adentro un poquito de Poulette Poulain…
ayy que lindo! yo también quiero ser ella! porque todos nos enamoramos un poquito.
ResponderEliminarpero la verdad es que... son tiempos difíciles para los soñadores...
HOla!
ResponderEliminarGenial como siempre! es así, son tiempos dificiles!
pppffff decimelo a mi!!
ResponderEliminarte adoro matera compañera de delirios!!!
Tiempos dificiles si, pero que lindo soñar imposibles que nos saquen del tedio del dia a dia, que nos abstraigan de la realidad. Utopias perfectas y sin desperdicio.
ResponderEliminarTambién dicen que los sueños pueden hacerce realidad, el mio se que se va a concretar en algún momento y eso me da aún mas felicidad, y aunque se haga realidad seguirá siendo un sueño porque querer a alguien es soñar realidad.