No por nada cuando eramos chicos era ta popular el Juego de la Vida. Una vecinita lo tenía original, y por ende su casa era la preferida para ir a jugar.
Uno crece, los porrazos son otros, las peleas también, cambian los colores de los equipos, el número de jugadores, perdemos tarjetas, dados, ...incluso cambia el tablero...pero seguimos jugando. Como en los juegos de mesa, en la vida a veces adelantamos casilleros. Sacamos un cuatro, subimos, bajamos, avanzamos cinco, caemos en un agujero negro que nos hace retroceder tres, otros llegan antes, a veces nos aburrimos y queremos tirar todo, y otras veces somos los que más avanzamos.
A nadie le gusta perder, seamos sinceros. Pero el chiste de los juegos de mesa es saber bancartela cuando vas perdiendo por 239077 puntos. Porque en el juego, como en la vida, no todo depende de vos. Influyen tus habilidades, pero hay que lidiar con la suerte también.
Uno juega sabiendo que va a divertirse, más allá del final, hay que disfrutar de la trama. Relamerse en el equilibrio, aprender de los esguinces, aprovechar los casilleros cuando vamos en ascenso...pensar de una buena vez, que a los juegos hay que disfrutarlos.
Me encantooooo
ResponderEliminarQue no te frene un esguinze, podes llegar en canoping (?)
LUNES
Que linda nota!!!
ResponderEliminarbesote!