Through changes

Por LUNES

A menos de una semana de mi cumpleaños todo en mi vida conspira para hacerme pensar. Y no es porque me mortifique por cumplir 24 (quiero decir, no es sólo por eso) sino porque están pasando cosas en mi vida y en mi entorno que prometen un año de renovación.

Empezando por lo básico: llevo más de 10 kilos bajados, un talle de corpiño menos, menos cola que antes y unos cuantos agujeros más para ajustar el cinturón. Por desgracia sigo calzando los mismos 41 complicados pero es verano y los zapatos abiertos son mis cómplices en la no-depresión. Me teñí el pelo, más claro, necesitaba un cambio pero ser colorada ya fue y no me da el cuero para ser rubia (yo digo que soy demasiado inteligente para ser blonda).

Aprendí que mientras menos gente se entere de las cosas, mejor salen. Tengo ejemplos muy puntuales de que las cosas terminan quemándose.

Terminé el año con una lesión pero no tengo la certeza de cómo lo empiezo. Dejé el club donde jugué 2009 y 2011 y estoy buscando lugares nuevos. Tengo la intención de empezar algún tipo de danza (ritmos brasileros siempre fue mi gran pendiente), nunca descarto retomar teatro y esta semana me voy a inscribir para hacer una Maestría.

Estas cosas tienen que ver con este momento de mi vida pero hay otras que creo que se relacionan con la edad. Ya cerca de los 24 no tenemos la misma reacción que antes ante determinadas cosas. A esta edad ya no es un drama que una ex compañera de colegio esté embarazada o que otra sea mamá por segunda vez. Ahora nos conmueve que después de 9 años siga teniendo la misma pareja y que él sea el padre de sus dos hijos. Nos emociona el crecimiento de mi “sobrina”, hija de una de mis amigas (que me derrite totalmente cuando me dice “tía” a pesar de verla poco). Ya no nos sorprende tanto si nos enteramos que alguna se mudó, que la otra piensa en ir a vivir con el novio, que alguien poco años mayor se case, que alguno se reciba o esté a punto de terminar su carrera.

Un poco me traumaba la idea de cumplir 24, tengo amigos de mi edad pero también otros más chicos. Pero ahora veo que no está todo tan mal, o será que estoy 50% positiva (desgraciadamente hay cosas que no me permiten estar un poco más contenta).

Hay cosas que siguen igual pero sería genial que este año cambien: sigo sin novio; sigo con el mismo huesito que aparece cada tanto y aquel gil que dice que quiere ser huesito pero nada cambia; sigo con el mismo trabajo y más o menos a un mismo ritmo.

Los sigo actualizando, buena semana!