lunes, 5 de diciembre de 2011

Como en el cine al final

por LUNES

El 27 de septiembre apareció en las bateas porteñas El Mezcal y la Cobra, el último disco de estudio de Catupecu Machu. El primer corte de difusión fue "Metrópolis nueva", cuyo video se estrenó en julio de este año y se introdujo una nueva cara a la formación: Agustín Rocino, ex bajista de Cuentos Borgeanos, en la batería tras la partida de Javier Herrlein.

Ayer fue la presentación oficial en el Luna Park, el show estaba previsto para las 21 hs. pero empezó sólo 15 minutos después, una puntualidad bastante inusual en el ámbito del rock. El estadio estaba lleno: el campo, las plateas, los pullman estaban abarrotados de fanáticos de la banda que corearon las canciones desde principio hasta el final.

El concierto comenzó con "El Mezcal y la Cobra"y contó con 8 de los 12 temas del último trabajo discográfico y no dejó de lado clásicos como "A veces vuelvo", "En los sueños", "Magia veneno" y "Origen extremo". Como es bastante usual en los shows de la banda, contó con la participación de Guillermo Cidade (Walas) y Pablo Mondello de Massacre pero esta vez no sólo tocaron "Plan B-Anhelo de satisfacción" -original de esta última banda y reversionado por Catupecu- como siempre, sino que también tocaron "Tanto amor", de Massacre y "Danza de los secretos" (no estaba incluida en el setlist pero luego de un pedido de Modello se incluyó) -uno de los temas de El Mezcal...- Como es usual en él, Walas se destacó por una simpatía y un carisma tan grande como su panza y su sombrero de mosquetero. Una vez más, hicieron delirar con una química impresionante entre los cantantes, tanto que Cidade hizo los coros del tema de Catupecu. También como es bastante usual, esa química hizo que esta participación especial sea de las más ovacionada y esperada por los seguidores.

El público venía de estar "a 80 cm. del piso" (o a 87, como pidió Fernando Ruiz Díaz) luego de "Dale!", uno de los momentos más esperados, cuando hizo su ingreso otro invitado: Zeta Bosio -bajista de la disuelta Soda Stereo y quien acompaño al cuarteto luego del accidente de Gabriel Ruiz Díaz y antes de la incorporación de Sebastián Cáceres al mando del bajo (y guitarra en algunos temas)-. Este fue otro de los momentos de mayor éxtasis no sólo por el agradecimiento de la banda y del público a quien recorrió tanto camino sino porque la canción elegida fue "Y lo que quiero es que pises sin el suelo".

El show tuvo sus debidos homenajes: el cantante pidió que se recordara a Gustavo Cerati y a su hermano Gaby y les dedicó nuevamente una versión acappella de "Persiana Americana". Previamente también hizo su sólo vocal con "Hay casi un metro al agua" e utilizó su verborragia para explicar el surgimiento de ese tema.

Fernando habló bastante, cosa que es bastante usual, pero esta vez el concierto parecía especial. Se notaba en su rostro una auténtica alegría y lejos estuvo de los clásicos clichés que suelen tener los cantantes -reconoscamoslo, aunque los amemos, lo hacen- que claman que somos el mejor público. La sonrisa nada fingida y los ojos lacrimosos daban cuenta de esto, de lo bien que la estaba pasando, de lo emocionado del constante reconocimiento del público que nunca se olvida de su hermano. Frenó su hiperactividad para escuchar varias veces los cantitos de "ole, ole, ole, ole, Gaby, Gaby" o "Gaby va a volver".

Sin duda el momento más emocionante para todos, músicos y asistentes, fue más allá de la excelencia de sonido del Luna, de la potencia de la voz de Ruiz Díaz, de la magnificencia de los músicos. Sin duda el momento más emocionante fue cuando el cantante anunció que Gaby se acababa de retirar del estadio, luego de presenciar el show.

Amadísimo Ser...

1 comentario:

  1. ¡Hola!

    Me moría de ganas de estar ahí, saben que soy fanática del grupo, debo confesar que no desde sus comienzos pero antes de ir a el primer show los tuve en mi oreja sonando y sonando esperando la oportunidad que para me volaran la cabeza.
    El año pasado tuve la gran oportunidad de ir al luna para la presentación de Simetría de Moebius, pero les digo que me gusto más este disco que el anterior, aunque es Catupecu nunca me defraudan.

    Gracias Lunes por compartir esto lo leía y era como si estuviera ahí saltando a 80 cm del piso y cantando hasta perder la voz.

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