... Y va a parar

por LUNES

Convengamos que las cosas no venían muy bien en mi familia, sobre todo con problemas relacionados a la salud y, a pesar que las cosas no fueran tan graves como para alarmarse demasiado, a una cosa se le sumaba la otra. Lo peor fue que hace una semana y media la operaron a mi mamá de urgencia y según el médico fue una operación complicada.

Pero ella salió de la anestesia y lo primero que hizo fue decirle a mi hermana "¿qué hacés con mi campera?"... Definitivamente la cirugía fue exitosa. Por suerte se recuperó bárbaro y en unos días ya estaba en casa, acelerada como siempre.

Mi rodilla está mejor, mi papá se recuperó de una infección urinaria y mi mamá todavía está de licencia pero anda de maravillas. Tanto es así que empezamos a planear nuestras vacaciones familiares, las que todavía me gustan compartir a pesar de mis casi 24 años.

No les voy a decir mis planes, para no quemarlos pero estoy con una cara de estúpida como hace mucho tiempo no tenía que, sumada a que la primavera me pone de buen humor y a un par de buenas noticias y la sensación de que algo bueno está por pasar, me deben hacer ver bien tonta. Pero, ¿saben que? Mi semana arrancó de maravillas con el solo pensar en el año que viene y como va a empezar compartiéndolo con esas personas que más amo.

Parece que podemos cortar con la mala racha. Algunos dicen que después de la tormenta siempre llega la calma, o siempre que llovió paró. Yo prefiero parafrasear a No Te Va Gustar y decir adentro llueve y parece que nunca va a parar... Y va a parar