por LUNES
Hace unas horas empezó a llover en Buenos Aires. En realidad es una llovizna tranquila, que de a ratos se hace más copiosa. Pero es de esas que, a pesar de la incomodidad del paraguas, no hacen muy complicado transitar la ciudad. Con nada de viento, es bastante primaveral y casi veraniega.
Los días así me traen recuerdos. Vuelvo al 4 de agosto del año pasado, caminando bajo la lluvia por la "ciudad que nunca duerme". Miro arriba, a los edificios modernos del Microcentro y me acuerdo de mi caminata por la 5ta Avenida, por la calle Broadway, por el Rockfeller Center, el Radio City Music Hall, un mojado e imponente Times Square y una linda cena en Planet Hollywood (si mis sueños fueran restaurant, serían igual a este).
Se me viene a la mente mi recién adquirido paraguas violeta con corazones rosas de I ♥ N Y, el más incómodo pero más lindo que tuve. Paraguas que, ya roto, está en mi oficina por si acaso. Se me viene a la mente una ciudad que no duerme, que sigue radiante aún en un día lluvioso. Se me viene a la mente una noche de verano que anticipó un día soleado que ameritó desayuno en Starbucks y caminata por el Central Park con shortcitos y camiseta de Argentina.
Los días así me dan ganas de volver a caminar sola por las calles de Nueva York...
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