En el humilde consorcio dónde vivo hay diez departamentos.
En uno vive una viejita sola, en otro un hombre que no vemos nunca, al lado una
familia (el hombre trabaja 15 días y vuelve los fines de semana, la nena tiene
pocos berrinches así que no jode, la madre la grita con una voz de pito insoportable),
el resto somos seis mujeres solteras, y salvo yo el resto pasa los 30. El
chisme va y viene. Una que tiene el novio que la usa y la basurea, otra que
sale con el jefe (viejo), la otra que sale con un viejo impresentable y que se
encierra en el baño a fumar marihuana, otra es súper religiosa y la otra es la
mamá que cuida y pone orden. Y no sé qué dirán de Viernes.
El miércoles vino a visitarlas la que vivía antes en mi
depto, y me invitaron a cenar. Mi vecina con alma de mamá no estaba, así que
fui. Desde que entre hasta que me levanté para acostarme sentí pena por ese
grupo de mujeres desesperadas, que pasando los treinta hablaban de qué boliche
estaba bueno, a qué viejo con plata podían levantarse, creyéndose súper modelos, medio bulímicas,
hablando de coger todo el tiempo y sin hilvanar una conversación interesante en
las dos horas que tardamos en cenar. Subí a casa rogándole a Dios que no me
toque eso, que no llegue a eso, no quiero dar lástima ni estar desesperada. Al
otro día me puse a pensar que todas mis amigas están de novias, exceptuando
algunas materas y mi amiga del alma más vieja. El resto, TODAS. Y me pone
inmensamente feliz que ellas estén tan radiantes. Y ahí está Viernes, viendo la
felicidad de algunas, y el patetismo de otras. En el medio, sin saber si reírme
con ellas o venirme abajo en un mar de lágrimas como la última vez que salí con
Jueves y Mejor Amigo y terminé explotando por cualquier bobada después de
algunos tragos.
Menos mal está Mate con Amigas para hacer un stop, para
mirarme un rato, para saber cuál es el límite.
VIERNES
usted es de esas personas que al embriagarse llora un poco?
ResponderEliminarTe quierooo!!
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