Nada se pierde...

... todo se transforma

por LUNES

Llegan esos momentos, esas tardes, esas noches acompañadas por café o mate, esas charlas con la almohada, esos instantes de concentrción con los auriculares puestos, en que hacemos un balance de nuestras vidas. Yo generalmente lo suelo hacer sola, mentalmente. Hay veces que vemos el vaso medio vacío y a veces el vaso medio lleno. A mí hace unas semanas me está pasando eso, sobre todo relacionado a mi carrera. Como saben tuve que entregar mi informe (creo que me fue muy bien, ya les contaré) y me empezó a caer la ficha que en dos meses puedo estar recibida. Y que por primera vez desde los 3 años de edad no voy a ir a ninguna institución.

En ese momento el vaso casi lleno se empezó a vaciar y pintó el bichito de la crisis y ese que detesto: el del vacío. Es como que mis preguntas tales como "¿y el año que viene qué voy a hacer?" "¿podré trabajar de esto?" "¿llegaré a tiempo a hacer todo?" funcionan como papel absorvente que me sacan ese valioso líquido positivo del vaso medio lleno.

Pero por suerte la negatividad no me dura mucho (mentalmente, porque fisicamente hace estragos) y a esas incertidumbres les encuentro un retruque. Creo que ya les habia contado que mi papá siempre me dice que a las cosas hay que buscarle los pro y los contra. Y la verdad que es una de sus lecciones que más aplico. Gracias a esto me doy cuenta que no estoy perdiendo cosas, estoy cambiando (ya no adolesciendo, estoy grande para eso), me estoy transformando, metamorfoseando y creo que sobre todo madurando.

Los que me conocen saben que soy bastante culo inquieto. No tanto de andar callejeando sino de llenarme de actividades: facultad, trabajo, voley, teatro, amigos (y en algún momento novio). Crisis number one: ¿qué cadorcha hago el año que viene?. Ya sé que hago un curso de inglés durante febrero (casualmente hoy averigué el precio, días y horarios) pero... ¿y el resto?... Me llené la boca diciendo "me tomo un año sin hacer nada" pero soy una mentirosa, ya no me lo creo más. Así que aparte del voley (que no pienso dejar), de teatro (al que seguramente querré volver), del mes de inglés... empiezo italiano. Y bueno... bastante light no?

Crisis number two: Termina el año... Y tengo dos propuestas de clubes para jugar. Ninguna de las dos es lo que yo quiero pero por alguna me tengo que decidir. Por el momento intento que las cosas fluyan y esperaré al año que viene a tomar una desición. No me quiero jugar por una de esas opciones porque por esperar respuestas de esa parte me quedé sin nada la primer mitad de este año.

Crisis number three: Si me recibo (tengo una gran confianza a que sí), ¿podré trabajar? Graan crisis gran... Pero ya tengo varias revistas en mente y dos futuros ensayos para mandar. Tengo un buen laburo ya y no necesito otro pero quiero hacer algo con lo que yo estudié. Y si no es eso, bueno... siempre está este espacio matero.

Esos son algunos de mis papeles secantes, tissue, absorventes que colaboran a vaciar el vaso... Pero pienso que aparecen porque son señal que mi cáscara se hace cada vez menos verde y se va volviendo amarilla. Creo que esta "revelación" también surgió porque este finde sali con un ex pendiente (felicitenme, ya no ocupa esa lista) y me encontré hablando de cosas, haciendo cosas, pensando cosas como no lo hacía con mi ex. Y ahí me cuestioné si fue la confianza que me inspiró él o que yo estoy madurando...

En realidad todavía no tengo la respuesta a esto último (fue como una nota de color ilustrativa jeje) pero de algo sí estoy segura... Que no estoy perdiendo momentos, estoy ganando otros, estoy creciendo, madurando, cambiandome, transformandome... Pero no me pierdo

Me fui al chori con esta entrada! Flashee mal jaja, sepan disculpar: lunes + sueño