Los otros días estábamos viendo una serie con una amiga. Allí, le planteaban a dos de los protagonistas la dificultad de interpretar emociones que jamás han sentido. Recordé el prólogo de Goethe en una de sus obras, dónde de alguna manera advierte que quién no haya sentido amor, mejor no continuara leyendo. Relacioné todo esto conmigo misma, mi falta de sensibilidad (en aumento) para con algunas cosas, y la parte de una canción de Jovanotti : “ora la città è un film srtaniero senza sottotitoli” (ahora la ciudad es una película extranjera sin subtítulos). Hay algo allá afuera que no puedo leer, algo que el resto siente, algo que no entiendo y que me estoy perdiendo.
Sé que no soy un robot. Me emociono, río, lloro. Pero no me enamoro. Fui haciendo una coraza tan fuerte, que ya no puedo interpretar algunos papeles, no puedo leer a Goethe, pero si puedo cantar Fango de nuestro querido italiano… Quiero romper ese caparazón. No necesito un caballero con armadura que me rescate, sino alguien que me interese de verdad, para poder salir solita de ahí dentro.
“L’unico pericolo che sento veramente
è quello di non riuscire più a sentire niente”
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