viernes, 17 de mayo de 2013

SI QUERÉS LLORAR, LLORÁ. - Viernes


El fin de semana pasado fue justamente lo que no vengo necesitando. Bueno, eso es redundante en un año en el que todo viene saliendo mal. Por eso, necesitaba que este finde no me hiciera pensar mucho en nada. Pero como yo propongo y el universo esta emperrado en no fluir conmigo, fue un fin de semana de mierda. A mis amigos se los tragó la tierra. Uno descubre que cuando está en el fondo del pozo, está solo. En fin, un fin de semana para el olvido. Encima una amiga tuvo una complicación que la obligó a estar en cama absolutamente.  Así que decidimos deprimirnos solas en compañía y nos sentamos frente a la tele en una maratónica y silenciosa sesión de películas que comenzó con “como perder a un hombre en 10 días” (primer ouch), “simplemente no te quiere” (segundo ouch), “Orgullo y prejuicio” (Mark Darcy no existe, tercer ouch) , una en la que Jennifer López mata a golpes al hijoeputa del marido (esa la disfruté un poco más) y culminamos el domingo viendo “Sex & the City, la película”.

Y ahí estaba yo, mirando a un montón heroínas disfrazadas de mujeres comunes, todas plenamente irreales y tapando esa mentira del amor, llorando (porque además de tener el corazón roto nunca voy a poder ser diosa como todas las protagonistas de las pelis, ni voy a tener esa cantidad de zapatos y ropa), cuando, en mitad de la última película, Carrie le pregunta a sus amigas :

-Cuándo volveré a reír?

Y yo me pregunto cuándo voy a dejar de llorar.

Uno se desangra, pero no se deslágrima. Un mes y medio llorando todos los días y no para. A veces empieza de la nada, llegando a casa, leyendo, casi siempre cuando me baño. A veces cuando me despierto, otras cuando estoy hecha un nudo de desconsuelo a punto de dormir. Esta angustia constante es casi normal ya, y no me gusta. Envidio con cada fibra de mi ser a Mimi Maura que puede cantar alegremente que ella no llora más.

A todo el resto le puede parecer una exageración. Estoy de acuerdo. Ya estuvo. Ya aburrí. Hace bien llorar, pero esto se está yendo al carajo. Como todo en mi vida.

jueves, 9 de mayo de 2013

Revuelto Gramajo.

¡Hola!

 Disculpas por no estar, pero últimamente ni yo me encuentro.

 El revuelto Gramajo, fue creado por el Comandante General Artemio Gramajo, cuando este acompañaba a Julio A. Roca, durante la Campaña del Desierto (1880), hecho trágico y lamentable de nuestra historia. Es considerado un plato típico argentino y consta de la mezcla de cebollas, jamón cosido, huevos, papas, manteca, sal entre otras cosas. Mi receta no es la oficial, pero creo que me salió más rico, paso a contarles, por que deben estar sin entender nada. Me puse a pensar que me hacía falta, hoy, ahora, me metí muy dentro mío para llegar a sacar algo que siempre estuvo, pero no me animaba, ya saben, soy una persona miedosa.

 Tuve que poner varios filtros a la búsqueda y sacar por ejemplo, las cosas a largo plazo que quiero, las que no dependen de mi, las imposibles, etc. Cuando por fin encontré, resulto ser nada más y nada menos que esa necesidad imperiosa de hacer algo con mi profesión que me acerque a los otros, que me vincule con los demás, no solo para dar voz y voto a los que no pueden sino, para formar parte activamente de mi comunidad, por eso decidí incursionar en la Comunicación Comunitaria, y desde hace 4 martes, cuando termina la clase, es como salir de terapia, me siento con más ganas de todo, de todos y sobretodo de mi y eso ya es mucho, he vuelto a confiar en mi académicamente hablando y a reconciliarme con la facultad sin que ella me ponga tantos palos en la rueda. Tengo unos compañeros que como yo tiene un pie en la tierra y otro volando, que creemos en las mismas cosas (no hablo de partidismo) que nos preocupa el otro.

 Este sería es primer ingrediente para mi revuelto: Estar bien conmigo/ estar bien con uno mismo. Ser feliz desde adentro hacía fuera. Cantidad necesaria.

 Lo segundo que quería contarles es que se caso mi hermana, la tercera, el sábado pasado y este viernes es el civil. Nunca hemos tenido una excelente relación, pero creo que cuando la vi entrar con su vestido, estaba tan contenta, su sonrisa y la de mi cuñado no se borraron nunca de sus caras que creo que me sentí tan tan feliz que por eso llore, sí, confieso que llore. Mi hermana se merece toda la felicidad del mundo, y no solo por que sea mi hermana, sino por que ha pasado y por suerte superado cosas muuuuyy jodidas y verla en su fiesta de casamiento bien, realmente me hace feliz. ¡Que vivan los novios!

 Segundo ingrediente: Que la familia este bien. C/N.

 Yo, como me siento, según Jueves que me mira desde arriba y sonríe cuando maquino sola y me repite mil veces que no hay manual que me explique como ser y actuar como una mina de 24, esta Jueves que se atreve a contar todo de mi, con permiso o sin el, quiere que vuelva a alzar mi bandera, a ponerme de mi lado, por que este año me ha dado cosas valiosas realmente que debo aprovechar, cuidar y sigo con la compañía de buenos amigos, de mis sobrinos, de la familia.

 Tercer ingrediente: El cariño de los que comparten día a día mi vida. Toneladas.

 Cuarto ingrediente: confianza. Si se quiere se puede agregar aceite, sal y pimienta. Se mezcla todo, se cocina para que se forme una base sólida, se deja reposar, y por último se disfruta. PD: Quiero decir, pedir, rogar, elevar una queja a quien corresponda, por que hay varias materas que ya ni pasan por acá, yo por lo menos extraño leerlas.

 ¡Buen fin de semana!

 ¡Saludos!

 Jueves.

viernes, 3 de mayo de 2013

Nos burlemos de mi. VIERNES.


El 31 de diciembre, mientras me cambiaba para irnos a esperar las doce, agarré  uno de los celulares. No pensé mucho, y escribí. Me había prometido no arrastrar temas, entonces le dije que no quería ni podía seguir así, que no sabía si era idea mía, pero escribirnos todo el tiempo, en vacaciones, cuando no había necesidad porque ni nos veíamos y estábamos a miles de kilómetros, me confundía. Yo no sabía en dónde estaba parada y le escribía esperando que me dijera que no me confundiera, que éramos amigos y punto.  Si me hubiese respondido eso yo ahora sería una Viernes normal. 

Pero no, me dijo que necesitaba saber de mí, que le pasaban cosas conmigo, que me quería, que lo esperara porque quería estar conmigo, y esperaba hablarlo cuando volviera.  Esto se lo conté a mis amigas, tal como lo escribo. Lo que no les conté es que me encerré en el baño a llorar. Con tristeza. No sabía por qué en ése momento. Ahora sé que empecé a liquidar lágrimas desde antes porque después no me iba a alcanzar el tiempo a solas para llorarlo. Desde hacía varias semanas nos teníamos gratis y nos escribíamos todos los días, era el primero en decirme buen día y el último en desearme un buen descanso. Cuando unas semanas después nos vimos, me dijo que quería estar 
conmigo, que quería que lo desestructure, que iba a ser difícil pero q iba a ser un tire y afloje, que me quería, que quería que todo saliera bien entre nosotros.

Y era todo mentira. Nada más se quería burlar de mí. Ver hasta dónde llegábamos. Mentirme con te queiros que no sentía, con caricias que no quería dar, con chistes y palabras que no eran reales porque la verdad es que nunca sintió nada, nunca le generé nada en ningún sentido. Y me boludeó sabiendo que yo sí sentía todo lo que le decía, que cuando le decía que había cosas que yo no había hecho con otro, era cierto. Y él  se burló de todo eso, y cuando le pedí lo que él había planteado, un esfuerzo mutuo, me pidió un tiempo porque, de golpe ya no sentía entusiasmo y no sabía que sentía.

Nunca una persona a la que yo quisiera y en quién confiara me había lastimado así antes. Yo no sabía que podía llorar todos los días por más de un mes y que el dolor siguiera intacto. Yo no me esperaba que un amigo se cagara de risa como lo hizo él, y después me mire como si fuese NADIE. 

No puedo estar en mi casa porque él estuvo mil veces acá, no puedo hablar con mis amigos  porque también son los de él, no duermo bien en mi cama porque ahí también estuvo.

No hay segundo en que no me arrepienta de ser TAN estúpida, de haber escrito ese mensaje, de haberme equivocado con él. Me duele el cuerpo entero, y por más que llore, eso no se va.